Llegar a los 65 años, jubilarse y poder hacer frente a los gastos es una situación cada vez más complicada. Según los últimos datos de la Seguridad Social, el 47% de las pensiones de jubilación no alcanzan el salario mínimo, y el 73% de las prestaciones de viudedad tampoco. En este contexto, y teniendo en cuenta que España es un país de propietarios, los jubilados que poseen al menos una vivienda en propiedad libre de hipoteca optan por aprovechar este activo para complementar su pensión y vivir con plenitud sus últimos días.
Ventajas y desventajas de la nuda propiedad y de la hipoteca inversa
La venta de la nuda propiedad, que es el derecho al título de propiedad, pero no al uso y disfrute es una opción que contemplan muchas personas al llegar a la jubilación. Al vender la nuda propiedad, se obtiene un ingreso económico mientras se conserva el derecho de usufructo, es decir, el vendedor puede seguir viviendo y disfrutando del inmueble hasta el final de su vida. Además, esta opción permite compartir los gastos asociados a la propiedad al vendedor, pues solo pagaría los gastos básicos de la vivienda, como agua, electricidad y gas, mientras que el inversor asumiría el IBI y otros costes adicionales.
Otra posibilidad es la hipoteca inversa, que se presenta como otra opción para mayores de 65 años que desean obtener un abono mensual utilizando su vivienda como garantía. Sin embargo puede ser una opción a considerar porque el cliente mantiene la propiedad y su uso hasta que fallece, los tipos de interés suelen superan con creces a los de una hipoteca normal y la cantidad percibida puede ser solo una fracción del valor de la vivienda. De hecho, de media, los propietarios que optan por esta opción en España cobran sólo el 18% del valor de su inmueble.
No obstante, antes te tomar una decisión, el experto recomendamos obtener asesoramiento profesional e informarse de las distintas posibilidades, para poder analizar pros y contras y elegir la que más se ajuste a sus necesidades.